El mercado laboral siempre ha sido un paisaje dinámico, en el que los requisitos de cualificación evolucionan en respuesta a los avances tecnológicos, los cambios económicos y los cambios sociales. Sin embargo, el rápido progreso de la inteligencia artificial (IA) está acelerando esta evolución, creando un abismo de competencias que exige la atención inmediata de las personas, las empresas y los responsables políticos por igual.
Este artículo profundiza en el cambiante panorama de las cualificaciones en la era de la IA, basándose en el documento de trabajo de la OIT «Generative AI and Jobs», el informe del McKinsey Global Institute «Skill Shift: Automation and the Future of the Workforce» del McKinsey Global Institute, y el “Informe sobre el futuro del empleo 2023” del Foro Económico Mundial. Mediante el análisis de estos informes, pretendemos identificar las competencias que tendrán mayor demanda, las que perderán importancia y las implicaciones para las estrategias de desarrollo de la mano de obra.
El auge de las competencias tecnológicas: Un nuevo imperativo
Como era de esperar, el cambio más significativo en la demanda será el de las competencias tecnológicas. A medida que la IA se integre cada vez más en diversos sectores y funciones empresariales, aumentará la necesidad de trabajadores que puedan desarrollar, implantar y gestionar estas tecnologías. Esta demanda abarca todo un espectro de competencias, desde la alfabetización digital básica hasta la experiencia avanzada en áreas como la programación, el análisis de datos y la arquitectura de la IA.
El informe de McKinsey «Skill Shift: Automation and the Future of the Workforce» cuantifica esta tendencia, proyectando un aumento del 55% en la demanda de habilidades tecnológicas para 2030. Este crecimiento es especialmente pronunciado en el caso de los conocimientos avanzados de informática y programación, cuya demanda se espera que aumente en un asombroso 90 %.
El informe de la OIT se hace eco de esta conclusión, destacando la importancia de las competencias tecnológicas para hacer frente a las posibles repercusiones de la IA generativa. El informe subraya que incluso las ocupaciones que no están directamente relacionadas con la tecnología requerirán un nivel básico de alfabetización digital a medida que las herramientas de IA se generalicen en el lugar de trabajo.
Más allá de la destreza técnica: La creciente importancia de las habilidades sociales y emocionales
Aunque las habilidades tecnológicas son sin duda cruciales para el futuro del trabajo, no son las únicas que tendrán una gran demanda. A medida que la IA se haga cargo de las tareas rutinarias y repetitivas, la necesidad de contar con habilidades exclusivamente humanas -aquellas que las máquinas tienen dificultades para reproducir- será cada vez más importante. Estas habilidades, a menudo denominadas habilidades sociales y emocionales, abarcan una serie de capacidades, como la comunicación, la colaboración, la resolución de problemas, el pensamiento crítico y el liderazgo.
Como se observa en el gráfico 4, el informe McKinsey prevé un aumento del 24% en la demanda de competencias sociales y emocionales para 2030, lo que pone de relieve la creciente importancia de estas competencias para desenvolverse en un entorno laboral cada vez más complejo y en rápida evolución.
El informe de la OIT refuerza esta tendencia, haciendo hincapié en la importancia del diálogo social y la consulta en el lugar de trabajo para gestionar la transición hacia un futuro más automatizado. Estos procesos requieren una gran capacidad de comunicación y negociación, así como la capacidad de llegar a consensos y navegar por dinámicas sociales complejas. En la página 38, el informe afirma: «La consulta y la negociación entre empresarios y trabajadores son fundamentales para gestionar el proceso de transición, ya que fomentan la recolocación y la formación frente a la pérdida de puestos de trabajo». Esto pone efectivamente de relieve el valor del diálogo social para garantizar una transición justa y equitativa para los trabajadores ante los cambios impulsados por la IA.
Adaptabilidad: La habilidad definitoria de la era de la IA
Más allá de las habilidades técnicas o sociales y emocionales específicas, la capacidad de adaptarse al cambio será la habilidad definitoria de la era de la IA. A medida que se acelere el ritmo de los avances tecnológicos, los trabajadores tendrán que aprender y evolucionar continuamente sus habilidades para seguir siendo relevantes y empleables. Esta adaptabilidad requiere una mentalidad de aprendizaje permanente, la voluntad de aceptar nuevos retos y la capacidad de adquirir rápidamente nuevos conocimientos y habilidades.
El informe McKinsey subraya la importancia de la adaptabilidad, destacándola como una característica clave de las organizaciones ágiles que pueden aprovechar eficazmente el potencial de la IA. El informe también hace hincapié en la necesidad de que las empresas fomenten una cultura de aprendizaje continuo y ofrezcan a los empleados oportunidades para desarrollar sus capacidades de adaptabilidad.
El informe «Future of Jobs Report 2023» del Foro Económico Mundial se hace eco de este sentimiento, identificando la adaptabilidad y el aprendizaje continuo entre las principales habilidades que se demandarán en los próximos años. El informe subraya la necesidad de que las personas se responsabilicen del desarrollo de sus capacidades y busquen proactivamente oportunidades para aprender y crecer.
El abismo de las cualificaciones: Cómo abordar el creciente desajuste
La rápida evolución de los requisitos en materia de cualificaciones está creando un abismo de cualificaciones: una brecha entre las cualificaciones que poseen los trabajadores y las que necesitan los empresarios. Este desajuste puede obstaculizar el crecimiento económico, exacerbar la desigualdad y crear malestar social. Abordar este abismo requiere un esfuerzo concertado de todas las partes interesadas, incluidas las personas, las empresas, las instituciones educativas y los gobiernos.
El informe McKinsey destaca la preocupación de los líderes empresariales por la brecha de competencias, ya que una proporción significativa teme que la falta de talento pueda impedir su capacidad para aprovechar plenamente el valor de la IA y la automatización.
El informe de la OIT subraya la necesidad de políticas proactivas de apoyo a los trabajadores en transición, incluidos programas de reciclaje, servicios de colocación y medidas de protección social. El informe también destaca la importancia del diálogo social para garantizar que los beneficios de la IA se compartan ampliamente y que el proceso de transición sea justo y equitativo.
Colmar la brecha: estrategias para el desarrollo de la mano de obra
La creación de una mano de obra dotada de las competencias del futuro requiere un enfoque múltiple que abarque iniciativas de educación, formación y desarrollo de la mano de obra. Las instituciones educativas deben adaptar sus planes de estudio para reflejar las demandas cambiantes del mercado laboral, incorporando cursos de IA, ciencia de datos y otras tecnologías emergentes. También deben priorizar el desarrollo del pensamiento crítico, la resolución de problemas y otras habilidades blandas esenciales.
Las empresas tienen un papel crucial que desempeñar en la mejora y el reciclaje de sus empleados, proporcionándoles oportunidades para aprender nuevas tecnologías y desarrollar las habilidades de adaptabilidad necesarias para prosperar en un entorno de trabajo que cambia rápidamente. Las empresas pueden aprovechar diversos enfoques, como la formación en el puesto de trabajo, los programas de tutoría, las asociaciones con instituciones educativas y las plataformas de aprendizaje en línea.
Los gobiernos pueden apoyar estos esfuerzos invirtiendo en programas de educación y formación, ofreciendo incentivos a las empresas para que mejoren las cualificaciones de sus trabajadores y reforzando las redes de seguridad social para proteger a los trabajadores en transición. También pueden desempeñar un papel en el fomento de la colaboración entre las empresas y las instituciones educativas para garantizar que los programas de formación se ajusten a las necesidades del mercado laboral.
El futuro de las cualificaciones: Un llamamiento a la acción
El panorama de las competencias está experimentando una profunda transformación, impulsada por el rápido progreso de la IA y otras tecnologías emergentes. Navegar por este cambio requiere un enfoque proactivo y colaborativo de todas las partes interesadas. Al invertir en el desarrollo de competencias, adoptar el aprendizaje permanente y adaptarnos a las demandas cambiantes del mercado laboral, podemos garantizar que los beneficios de la IA se compartan ampliamente y que el futuro del trabajo sea un futuro de oportunidades y prosperidad.
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